Los 5 Incansables

Todo el mundo sabe que la amistad es un don maravilloso, y ¿quien lo duda?, pero nadie imagina lo que sucedería si esa amistad se pone a prueba….de fuego.
¿La superaría? ¿O tal vez no? ¿Y si esa amistad trata de esconder un tierno e inocente amor de adolescencia?
Eso es lo que estaban a punto de averiguar”Los Cinco Incansables”: Brian, Kevin, Howard, Alexandra y Nick, abreviatura de Nikita.
Ellos eran tres chicos y dos chicas que vivían en un pueblo de Arkansas, ademas de cinco amigos amantes de la aventura. De ahí el nombre por el que se les conocía en el barrio, y porque no había nada que los agotara. Siempre estaban buscando otra aventura más que vivir.
Ese era el motivo por el que entraron en la casa del bosque, a pesar de las múltiples advertencias de sus mayores de no hacerlo.
La casa, más que una casa en sí, les pareció un castillo en escala pequeña debido a su tamaño y su aspecto.
Entraron para comprobar la certeza de una leyenda negra que giraba en torno al lugar y al pequeño castillo.
Y la comprobaron, antes de lo que ellos imaginaron.
Todo marchaba muy bien y bastante tranquilo hasta que, a eso de la media noche, tuvieron la oportunidad de averiguar porque llamaban a ese lugar:”La casa del Eco”.
Los cinco amigos estaban investigando la casa e iban por el salón cuando escucharon una voz como de ultratumba que repetía, sin cesar en el mismo tono de voz entre furioso y casi desesperado, una y otra vez las mismas palabras:
Salvar a uno, salvar a todos”.
Ninguno le prestó mucha atencion salvo Howard, el más sensible a todo lo paranormal.
Al llegar a la parte de arriba se separaron para seguir investigando y abarcar más campo de acción. Cada uno entró en una estancia distinta.
Howard entró en una habitación con muebles tapados con sabanas. Quitó las sabanas y observó asombrado que más de la mitad eran espejos. Había espejos de todos los tamaños y formas y que cubrían casi todas las paredes.
En uno de los grandes vio una figura femenina casi transparente que le sonreía.
De pronto esta le contó con imágenes en el espejo la historia de la casa y la suya:
Hace mucho tiempo habitaba esta casa una mujer dedicada a la magia blanca.
Se llamaba Lucia.
Todos los habitantes del pueblo la visitaban y la buscaban para pedirle ayuda, hasta que hace cien años llegó un nuevo alcalde estricto de ideas morales y éticas.
Smirough, un brujo negro encubierto por una falsa fachada de gran señor notable.
Se enteró de lo que pasaba y de que Lucia vivía en esta casa y , no se sabe como, pero consiguió pruebas de que Lucia era una bruja y condenó a la mujer a morir quemada en la hoguera en medio de la plaza “como la bruja que era” según sus palabras.
Lo que nadie, ni tan siquiera el alcalde, sabía es que si el pueblo sobrevivía era gracias a la magia de Lucia, y que condenándola a ella condenaba al pueblo.
Tú y tus amigos sois descendientes de aquellas personas a las que Lucia ayudó.
Smirough los tiene presos y sometidos a su voluntad por un sueño que los va a matar.
Cuando la figura femenina acabó, desapareció y Howard se encontró fuera de la habitación y sin saber que hacer.
Salvar a uno, salvar a todos” escuchó de repente como respuesta a sus dudas.

Entonces corrió por todas las habitaciones buscando a sus amigos. Los encontró a todo dormidos tal y como dijo la chica del espejo.
Durante unos minutos no supo como encontrar la mejor manera de ayudar a sus amigos
De repente recordó algo que dijo la chica fantasma:”Salvar a uno, salvar a todos”.
Angustiado, se preguntó que significaban esas palabras. Todos le importaban por igual. A que se refería la chica cuando dijo eso.
Tambien recordó algo que siempre le decía Alexandra:”La mejor manera de saber que hacer cuando tienes dudas, es mirar dentro del corazón. El corazón nunca se equivoca”.A Howard siempre le daba risa cuando Alexandra se ponía así de mística pero en aquella ocasión decidió poner a prueba ese consejo.
Miró dentro de su corazón y descubrió algo que él mismo ignoraba: La persona más importante para él era……Alexandra.
Cuando lo comprendió todo corrió hacia la habitación donde estaba tendida Alexandra, se arrodilló en suelo, junto a su cuerpo casi inerte y lo unico que se le ocurrió fue acariciarle el pelo, cogerla de la mano, susurrarle algo al oído y besarla en la mejilla.
De pronto Alexandra despertó, al igual que lo hicieron el resto.
Los demas llegaron justo en el momento en que Alexandra le estaba devolviendo el beso pero en otro sitio de la cara, un poco más debajo de la mejilla.
Cuando todos estuvieron reunidos en la misma habitación Howard les contó todo lo sucedido.
Lo unico que le contestaron tras acabar el relato fue un sonoro “Venga ya Howie. Pero si los fantasmas no existen”.
Al llegar la mañana se alistaron, preparándose para irse y todos escucharon una frase distinta a la que oyeron en su llegada:”Adiós, Howard”.
Los amigos de Howard se quedaron perplejos. Todos excepto Alexandra, que siempre creyó la historia de Howard.
A su llegada al pueblo sus padres estaban buscándolos y entonces los cinco contaron todo lo sucedido. Nadie le creyó, salvo Tracey, la hija del comisario, que ratificó toda la historia que todos acababan de escuchar.
Al terminar de oír todo el relato de los muchachos Tracey dijo que el alma de Lucia quedó atrapada, por sortilegio de la propia Lucia, en los espejos de su propia casa, que el tal Smirough era un hombre sin amigos y que al verse rechazado por Lucia tiempo atrás vendió su alma al demonio a cambio de poder vengarse de la chica, que Howard había visto y oído a la propia Lucia y que cuando Howard libró a sus amigos de la magia negra de Smirough tambien liberó el alma de aquella buena mujer que por fin ha podido alcanzar, gracias al amor que Howard y Alexandra se tenian, la paz que el brujo le negó al quemarla viva como castigo por haberlo rechazado.

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